La revelación del partido por parte del equipo superestrellas, compuesto en su mayoría por asistentes a los programas de la clínica de rehabilitación, fue el jugador número 2 llamado Raúl; marcó 8 de los 10 goles del equipo en el partido.
Este es el tercer año consecutivo que se celebra el partido de futbito entre los equipos Superestrellas, compuesto por asistentes a programas de rehabilitación en la Clínica de Rehabilitación de Salud Mental y residentes del Centro San francisco Javier; y los Psicocurrelas, trabajadores de los dos servicios. El partido como en años anteriores se celebró en el polideportivo aledaño al CSFco Javier.
A las 10 de la mañana concurrieron jugadores y público a las instalaciones deportivas. Había muchos nervios, los componentes de los dos equipos calentaban en la pista y mientras el público también entraba en ambiente.
Un año más Quique, el hijo de Sagrario era nuestro arbitro y su madre se encontraba entre el público animando a los Superestrellas.
En esta ocasión dada la renovación de los dos equipos el rendimiento y el resultado eran inciertos, de ahí los nervios.
Durante la primera parte tuvo mejor rendimiento, gracias a las intervenciones de su portero, el equipo de los Psicocurrelas, llegando al descanso con un resultado 5-1 a favor.
Tras el descanso y con algún cambio en las filas comenzó la milagrosa remontada de la mano de Raúl, el Messi oculto del equipo Superestrellas, quien marcó la diferencia dejando el resultado final en un 6-10. Facilitó el resultado final el desfondamiento de varios de los jugadores del equipo Psicocurrelas.
A las 12:00 en la sala multiusos celebramos un merecido lunch a base de txistorra en hogaza de pan, tortilla de patata y refrescos variados.
Tras el aperitivo se dio paso a la entrega de premios. En primer lugar se hizo entrega del trofeo al campeón de manos de Rafael, miembro de la comisión de festejos del CSFco Javier, al equipo Superestrellas, los ganadores del torneo. Recogió el trofeo Raúl por méritos sobrados.
Tras el reconocimiento a los ganadores subió al escenario el equipo perdedor, que también tuvo su premio, en esta ocasión recogió el trofeo Martín, portero de los Psicocurrelas y este año se acordó exponer el mismo en el salón de Xabier.
Tras la entrega de trofeos estuvimos bailando un rato y nos marchamos de la sala sobre la una.
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