La Navidad se distingue, sobre todo, por la comida, porque por lo demás es igual que todos los días. De hecho, para algunos de nosotros es triste porque no podemos salir por la noche, pero otros la reciben con alegría.
Hay menús especiales en Nochebuena; nos pusieron pescado, cardo a la Navarra y sorbete de limón. También había turrones para todos los gustos.
Las mesas se modificaron y comimos todos juntos en Miravalles, la comida fue muy abundante.
El pabellón estaba decorado, además de con el olentzero, con un belén, el pino de Navidad y el burrico de cartón.
Esta decoración se hizo en un día y se encargaron las auxiliares principalmente, pero ayudadas por los residentes.
Ahora ya no hay concurso de belenes porque Xabier también fue decorado. El concurso consistía en que pasaba el tribunal con la directora y acompañantes y juzgaban cuál era el más bonito. El veredicto de dicho concurso se comunicaba en el festival de Navidad.
¡Que las próximas Navidades sean mejores, más prósperas y venideras!
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